EL CORREO GALLEGO
(Fuente: El Correo Gallego)
LA VOZ DE GALICIA
"Ahora necesito desconectar"
Lleva diez temporadas en el Pío XII y veintiocho años en este deporte
ÓSCAR MARTÍNEZ -ENTRENADOR DE BALONCESTO-
Óscar Martínez Diéguez (Santiago, 1971) deja el Pío XII. Hace muchos años que inició su trayectoria en el baloncesto compostelano. Empezó en la Inmaculada y pasó por La Salle, Obradoiro, Cluny y Peleteiro. Y luego llegó al Pío XII. Estuvo diez años en este club, en dos etapas diferentes, como entrenador del primer equipo y como director deportivo, cargo que ejerció durante las últimas cuatro temporadas, aunque este año compatibilizó esta tarea con la de técnico del primer equipo en la Primera Autonómica.
-Imagino que fue una decisión difícil y a la vez inesperada, ¿no?
-La verdad es que son muchos años. El baloncesto gusta y tira mucho, pero hay momentos en que las circunstancias te obligan a tomar estas decisiones.
-¿Hay alguna razón especial?
-Es un tema personal, sobre todo por mi trabajo. Es mucho tiempo en el baloncesto y ahora necesito desconectar.
-¿Es un adiós definitivo o un hasta luego?
-Nunca cierras la puerta. En principio lo dejo. No sé si volveré o no dentro de dos o tres años.
-Lo echará en falta, seguro.
-Hace ya 28 años que estoy entrenando. Imagino que sí, que lo echaré de menos en muchos momentos, pero en la vida hay que tomar decisiones.
-¿Cuando tiempo lleva pensándoselo?
-El tema vengo meditándolo desde hace un par de meses.
-¿Está cansado, el trabajo le resta tiempo, tal vez la familia?
-Un poco de todo. Fue mucho el desgaste en estas últimas temporadas. El trabajo, tuve una hija recientemente. Todo influye. Es un poco el conjunto de todo.
-¿Qué Pío XII se encontró y qué Pío XII deja ahora usted?
-Cuando llegué el club estaba creciendo. Fueron los años en los que empezamos a ir a las fases de ascenso. Luego llegó aquella fase para intentar subir a la máxima categoría con Mozan de entrenador. El Pío XII que dejo es el que retornó a sus orígenes, un equipo de cantera y de trabajo con la gente joven.
-¿Aquel fallido ascenso de Mozan en el pabellón de Santa Isabel marcó el futuro del club?
-Ese año se tuvo en la punta de los dedos el ascenso a la división más alta del baloncesto español. Nos quedamos por muy poco. También en la siguiente campaña la apuesta fue fuerte y no se consiguió. Cada año el club se fue metiendo en proyectos complicados y aquellos ascensos frustrados fueron un punto de inflexión.
-¿La crisis acabó con el Pío XII de élite?
-Hasta el punto de que el año pasado hubo que renunciar a Liga Femenina 2 por el tema económico. El deporte profesional es muy caro y ahora no pueden asumirse esos presupuestos. No hay ayudas institucionales ni privadas. Es impensable meterse de nuevo en un proyecto de aquella magnitud.
-¿Difícil futuro le espera al club?
-No solo al Pío XII. Está el tema muy complicado y peor se pondrá si esto no mejora.
-¿Vive sus peores momentos el básquet femenino en Santiago?
-No. Siempre hubo muchos equipos de baloncesto femenino en Santiago. Es la ciudad de Galicia con más clubes. Además, todos trabajan bien, con las lógicas limitaciones económicas. Este deporte siempre tuvo mucho peso e importancia. Y así sigue.
-Por cierto, imagino su alegría con la permanencia del Obradoiro, ¿no?
-Contentísimo. Yo también estuve allí cuatro años. En el famoso play off de ascenso ante el Júver Murcia yo era el delegado del equipo, con Pirulo de entrenador y con Tonecho. Soy muy feliz por este logro, con tres entrenadores de Santiago. Es un motivo de orgullo.
X. Ríos
(Fuente: La Voz de Galicia)
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